Revista Ciencia y Descubrimiento, Periodicidad: Trimestral, Volumen: 3, Número: 1, Año: 2025 (enero - marzo)
Recibido: 29/12/2024
Aceptado: 02/01/2025
Publicado: 09/01/2025
Autor:
Rainy José Camacho Marín
https://orcid.org/0000-0003-0655-7064
rainycamacho23@gmail.com
Universitario Pedagógica Experimental Libertador
Quito – Ecuador
Raúl Alfonso Camacho Marín
Doctor en Educación
https://orcid.org/0000-0001-8386-4039
rmconsulting99@gmail.com
Universidad Pedagógica Experimental Libertador
Quito – Ecuador
Esta investigación tiene como objetivo evaluar la efectividad de la metodología "Problemática Activa y Colaborativa" (PAC) en el rendimiento académico y el desarrollo de habilidades cognitivas, sociales y emocionales en estudiantes de secundaria. En comparación con el enfoque tradicional de enseñanza, se busca determinar si PAC favorece una mayor motivación, mejor rendimiento académico y el desarrollo de habilidades clave para el aprendizaje y la interacción social. El estudio se enmarca en un diseño cuasi-experimental, con dos grupos de 300 estudiantes cada uno: un grupo experimental que aplica PAC y un grupo de control que sigue métodos tradicionales. La metodología incluye mediciones pre y post intervención, utilizando instrumentos como exámenes estandarizados para evaluar el rendimiento académico, encuestas de motivación y cuestionarios para medir habilidades cognitivas, sociales y emocionales. Además, se emplearon pruebas estadísticas, como t-test y ANOVA, para analizar las diferencias entre los grupos. Los resultados revelaron que los estudiantes del grupo experimental mostraron un rendimiento académico superior y un aumento significativo en su motivación en comparación con los del grupo de control. Además, se observó una mejora notable en las habilidades sociales y emocionales de los estudiantes que participaron en actividades colaborativas, lo que sugiere que PAC tiene un impacto positivo no solo en el conocimiento académico, sino también en la interacción grupal y el desarrollo personal. Concluye, que los hallazgos demuestran que la metodología PAC mejora significativamente el rendimiento académico y el desarrollo de habilidades cognitivas, sociales y emocionales, ofreciendo una alternativa efectiva frente a los métodos tradicionales de enseñanza.
Palabras clave: Calidad educativa, Aprendizaje activo, Innovación pedagógica, Colaboración educativa, Competencias transversales.
This research aims to evaluate the effectiveness of the "Active and Collaborative Problem-Based Learning" (PAC) methodology on academic performance and the development of cognitive, social, and emotional skills in secondary school students. In comparison to the traditional teaching approach, the study seeks to determine whether PAC promotes greater motivation, improved academic performance, and the development of key skills for learning and social interaction. The study is framed within a quasi-experimental design, with two groups of 300 students each: an experimental group applying PAC and a control group following traditional methods. The methodology includes pre- and post-intervention measurements, using tools such as standardized exams to assess academic performance, motivation surveys, and questionnaires to measure cognitive, social, and emotional skills. In addition, statistical tests such as t-tests and ANOVA were used to analyze the differences between the groups. The results revealed that students in the experimental group showed superior academic performance and a significant increase in motivation compared to those in the control group. Furthermore, there was a notable improvement in the social and emotional skills of students who participated in collaborative activities, suggesting that PAC has a positive impact not only on academic knowledge but also on group interaction and personal development. In conclusion, the findings demonstrate that the PAC methodology significantly improves academic performance and the development of cognitive, social, and emotional skills, offering an effective alternative to traditional teaching methods.
Keywords: Educational quality, Active learning, Pedagogical innovation, Educational collaboration, Transversal competencies.
En los últimos años, el sistema educativo ha enfrentado varios desafíos relacionados con la implementación de metodologías que fomenten un aprendizaje profundo y significativo. Aunque ha habido avances en términos de tecnología y recursos educativos, muchos entornos académicos siguen dominados por métodos tradicionales que limitan el desarrollo de habilidades críticas y la capacidad de los estudiantes para abordar problemas complejos de manera autónoma. Los enfoques tradicionales, centrados en la transmisión unidireccional del conocimiento, han dado lugar a una enseñanza mecanicista y pasiva, que no fomenta la participación activa ni la promoción de competencias transversales esenciales como el pensamiento crítico, la creatividad y la resolución de problemas.
Este panorama ha generado la necesidad urgente de explorar nuevas metodologías educativas que promuevan un aprendizaje más interactivo y colaborativo. En este contexto, surge la metodología Problemática Activa y Colaborativa (PAC), un enfoque centrado en el estudiante que promueve el aprendizaje a través de la resolución de problemas reales y relevantes. PAC enfatiza el trabajo colaborativo, donde los estudiantes no solo adquieren conocimientos, sino que también desarrollan habilidades clave para su futuro profesional y personal, como el pensamiento crítico, la toma de decisiones y la capacidad de trabajar eficazmente en equipo.
A pesar de su inicial aplicación, la metodología PAC carece de una base sólida de evidencia empírica que demuestre su efectividad frente a los métodos tradicionales. Aunque diversos estudios sugieren que las metodologías activas pueden tener un impacto positivo en el aprendizaje, aún son necesarios estudios rigurosos que comparen directamente estos enfoques con los métodos tradicionales, especialmente en términos de resultados tangibles en el aula. Este vacío de información limita la adopción generalizada de la PAC y plantea la necesidad de investigaciones que validen su efectividad a nivel académico y en el desarrollo de habilidades transversales.
El objetivo de esta investigación es evaluar la efectividad de la metodología PAC, comparándola con los métodos tradicionales de enseñanza, con el fin de determinar si contribuye a un aprendizaje más significativo. Este estudio se enfocará en cómo PAC puede fomentar un mayor compromiso y motivación entre los estudiantes, promover la colaboración y mejorar habilidades como la resolución de problemas, el pensamiento crítico y la capacidad de tomar decisiones informadas. Estas competencias son fundamentales no solo para el éxito académico, sino también para el desarrollo integral de los estudiantes como ciudadanos responsables y activos.
Un aspecto central de esta investigación será la evaluación de la motivación y el compromiso de los estudiantes frente a los diferentes métodos de enseñanza. Los métodos tradicionales, basados en clases magistrales y evaluaciones repetitivas, pueden generar una participación pasiva de los estudiantes, reduciendo su motivación intrínseca hacia el aprendizaje. En contraste, la metodología PAC coloca a los estudiantes en un rol activo, donde son los responsables de resolver problemas, colaborar con sus compañeros y reflexionar sobre sus aprendizajes, lo que podría resultar en un incremento significativo de su motivación y participación en el aula.
Otro componente clave de esta investigación es el análisis de las habilidades transversales, como el pensamiento crítico, la colaboración y la resolución de problemas. Estas habilidades son esenciales en el mundo contemporáneo, donde los desafíos que enfrentan los estudiantes requieren soluciones innovadoras y la capacidad de trabajar en equipo. Este estudio buscará determinar si la PAC logra fomentar el desarrollo de estas competencias de manera más eficaz que los métodos tradicionales, proporcionando así una base sólida para futuras decisiones pedagógicas que puedan mejorar los resultados educativos a largo plazo.
Las preguntas de investigación que guiarán este estudio son las siguientes: ¿Cómo impacta la implementación de la metodología PAC en el rendimiento académico de los estudiantes, en comparación con los métodos tradicionales de enseñanza? ¿De qué manera la metodología PAC influye en la motivación y el compromiso de los estudiantes? ¿Qué diferencias se observan en el desarrollo de habilidades cognitivas (como el pensamiento crítico y la resolución de problemas) entre estudiantes que siguen la metodología PAC y aquellos que reciben enseñanza tradicional? Y, finalmente, ¿cómo afecta la metodología PAC en el desarrollo de habilidades sociales y emocionales (como la colaboración y la gestión de conflictos) en comparación con los métodos tradicionales?
El objetivo general de esta investigación es evaluar la efectividad de la metodología PAC en el desarrollo de habilidades cognitivas, emocionales y sociales de los estudiantes, comparándola con los métodos tradicionales de enseñanza. Se pretende determinar el impacto de la PAC en el rendimiento académico, la motivación y la colaboración, áreas fundamentales para el éxito educativo de los estudiantes.
Entre los objetivos específicos se incluyen: examinar cómo la metodología PAC favorece el desarrollo de habilidades cognitivas y habilidades sociales y emocionales en los estudiantes, en comparación con aquellos que siguen métodos tradicionales de enseñanza. También se busca evaluar de qué manera la implementación de PAC influye en la motivación y el compromiso de los estudiantes, y analizar cómo impacta en su rendimiento académico en comparación con los resultados obtenidos mediante métodos tradicionales.
El diseño de la investigación será cuasi-experimental, permitiendo comparar de manera controlada los efectos de la metodología PAC frente a las prácticas tradicionales de enseñanza. Los estudiantes se dividirán en dos grupos: uno que implementará la metodología PAC y otro que continuará con la enseñanza tradicional. La recolección de datos se realizará a través de pruebas académicas, encuestas de motivación y evaluaciones sobre habilidades cognitivas y sociales, lo que permitirá una medición exhaustiva de los impactos de cada enfoque.
Al finalizar la investigación, se espera obtener evidencia empírica que valide la efectividad de la metodología PAC en comparación con los métodos tradicionales de enseñanza. Se anticipa que los resultados proporcionen una base sólida para la implementación más generalizada de la PAC en las aulas, respaldada por datos que demuestren su impacto positivo en el rendimiento académico, la motivación de los estudiantes y el desarrollo de competencias clave como el pensamiento crítico y la colaboración.
En tal sentido, este estudio tiene como propósito analizar la efectividad de la metodología PAC, no solo en términos de resultados académicos, sino también en su capacidad para desarrollar competencias transversales esenciales en los estudiantes. La investigación proporcionará un análisis detallado de los beneficios de PAC y ayudará a los educadores a tomar decisiones informadas sobre la adopción de metodologías más innovadoras y centradas en el estudiante.
Marco teórico sobre metodologías activas y tradicionales en la educación
Para Moreno, et al. (2021), las metodologías activas de enseñanza buscan transformar el rol pasivo del estudiante en un participante activo en su proceso de aprendizaje. Estas metodologías no se limitan a la transmisión unidireccional de conocimiento por parte del docente, sino que fomentan la participación del alumno mediante la resolución de problemas, el trabajo colaborativo, la reflexión crítica y la autonomía. La importancia de estas metodologías radica en su capacidad para involucrar al estudiante en el aprendizaje de manera significativa, contribuyendo al desarrollo de habilidades cognitivas, sociales y emocionales.
La PAC se fundamenta en los principios del aprendizaje basado en problemas (ABP) y el aprendizaje colaborativo. En esta metodología, los estudiantes se enfrentan a situaciones o problemas reales que requieren su participación activa en la búsqueda de soluciones. A través de la colaboración en equipo, los estudiantes desarrollan habilidades de comunicación, negociación, resolución de conflictos y pensamiento crítico. Además, se enfoca en que los alumnos sean los agentes de su propio aprendizaje, fomentando la responsabilidad y la autonomía.
Según Vergara, (2020), el ABP es una de las principales teorías pedagógicas que influye en la metodología PAC. Según esta aproximación, el aprendizaje se organiza alrededor de problemas que requieren que los estudiantes utilicen sus conocimientos previos, trabajen en equipo y resuelvan situaciones complejas de manera autónoma. El ABP promueve el desarrollo de habilidades cognitivas como el análisis, la síntesis y la evaluación de información. Además, facilita la conexión entre teoría y práctica, lo que resulta en un aprendizaje más contextualizado y significativo. En términos de evaluación, el ABP se aleja de los exámenes tradicionales y opta por evaluaciones formativas que consideran el proceso de resolución de problemas y no solo los resultados.
Establecen Palacios, et al. (2022), que el aprendizaje colaborativo se basa en la idea de que los estudiantes aprenden de manera más efectiva cuando trabajan juntos en un ambiente de cooperación. Varios estudios destacan que el aprendizaje colaborativo favorece el desarrollo de habilidades sociales, como la empatía, la cooperación, la comunicación y el manejo de conflictos. En la PAC, este enfoque se integra al centrarse en tareas que requieren el trabajo en equipo y la resolución conjunta de problemas. La interacción entre los miembros del grupo permite que los estudiantes compartan perspectivas, resuelvan discrepancias y construyan conocimiento de manera conjunta, lo que mejora la retención y la comprensión profunda de los contenidos.
El constructivismo, una de las teorías pedagógicas más influyentes, señala Piaget, (1970), citado por Issin, (2021), sostiene que el aprendizaje es un proceso activo en el cual el estudiante construye su propio conocimiento a partir de experiencias previas y la interacción con su entorno. Según Piaget y Vygotsky, (1978), citado por Magallanes, et al. (2021), el aprendizaje es un proceso de adaptación y reorganización de las ideas previas a nuevas experiencias. En este contexto, la PAC promueve un entorno en el que los estudiantes son agentes activos en la creación de su propio conocimiento. Las situaciones problemáticas planteadas en la metodología PAC estimulan el pensamiento crítico y la reflexión, lo que permite que los estudiantes construyan su comprensión a través de la resolución de problemas complejos, colaborando con otros y aplicando el conocimiento a contextos reales.
Tabla 1
Comparación con las metodologías tradicionales
Aspectos |
Metodologías tradicionales |
Metodologías activas (PAC) |
Enfoque Principal |
Transmisión de conocimientos del profesor al estudiante. |
Aprendizaje participativo centrado en el estudiante. |
Participación del Estudiante |
Limitada, enfoque pasivo. |
Alta, con roles activos en la resolución de problemas. |
Desarrollo de Habilidades |
Enfatiza la memorización y comprensión básica de contenidos. |
Fomenta habilidades transversales como pensamiento crítico, resolución de problemas y colaboración. |
Efectividad en el Aprendizaje |
Adecuada para transmitir conocimientos de manera eficiente. |
Promueve un aprendizaje profundo y significativo. |
Desafíos de Implementación |
Familiaridad y facilidad de aplicación para los docentes. |
Requiere formación docente, mayor planificación y recursos. |
Adopción en el Entorno Educativo |
Amplia, debido a la tradición y resistencia al cambio. |
Limitada, por falta de experiencia y resistencia institucional. |
Fuente: Elaboración propia.
Diversos estudios han demostrado que las metodologías activas, como la PAC, promueven un aprendizaje más profundo y significativo. A través de la resolución de problemas y el trabajo en equipo, los estudiantes tienen la oportunidad de aplicar conceptos teóricos a situaciones prácticas, lo que mejora su comprensión y retención del contenido. Además, el aprendizaje activo favorece la motivación intrínseca, ya que los estudiantes perciben el aprendizaje como relevante y útil. Este tipo de metodologías también ayuda a los estudiantes a desarrollar habilidades clave que serán esenciales en su vida profesional, como la toma de decisiones, la creatividad y la capacidad de adaptarse a situaciones cambiantes.
La PAC se alinea con las demandas del siglo XXI para preparar a los estudiantes para enfrentar problemas complejos y trabajar en equipos multidisciplinarios. En un mundo cada vez más interconectado y tecnológico, los estudiantes necesitan desarrollar habilidades no solo cognitivas, sino también sociales y emocionales, que les permitan interactuar eficazmente en entornos diversos y dinámicos. La metodología PAC, al enfocarse en la resolución de problemas reales, fomenta la colaboración y el desarrollo de habilidades clave como la comunicación efectiva, el liderazgo y la gestión de conflictos.
La eficacia de las metodologías activas ha sido evaluada en diversos contextos y niveles educativos. En muchas investigaciones, se ha observado que los estudiantes que participan en metodologías activas, como PAC, tienen mejores resultados en términos de rendimiento académico, motivación y desarrollo de habilidades transversales, en comparación con aquellos que siguen enfoques tradicionales. Además, estudios recientes han encontrado que las metodologías activas ayudan a reducir la brecha de rendimiento entre estudiantes de diferentes contextos socioeconómicos, proporcionando una educación más equitativa.
Aunque la PAC presenta múltiples beneficios, su implementación no está exenta de desafíos. Estos incluyen la resistencia de los docentes a adoptar nuevas metodologías, la necesidad de formación especializada y la falta de recursos adecuados. Sin embargo, al superar estos obstáculos, la PAC ofrece una oportunidad única para transformar el aula en un espacio de aprendizaje más interactivo y colaborativo. Los resultados de la investigación sobre la PAC pueden proporcionar evidencia sólida sobre su efectividad, lo que puede impulsar un cambio pedagógico hacia metodologías más centradas en el estudiante.
En tal sentido, la PAC es una metodología educativa prometedora que se basa en enfoques pedagógicos probados como el ABP y el aprendizaje colaborativo. Su capacidad para fomentar un aprendizaje activo, mejorar la motivación y el rendimiento académico, y desarrollar habilidades esenciales para el futuro profesional de los estudiantes, la convierte en una alternativa relevante a las metodologías tradicionales. Sin embargo, se necesita más investigación para evaluar de manera rigurosa su impacto en diversos contextos y niveles educativos, lo que proporcionará la base para una posible adopción más amplia en el sistema educativo.
Varios estudios han demostrado que las metodologías activas pueden mejorar significativamente el rendimiento académico. Por ejemplo, una investigación realizada por Gaitán & De la Cruz, (2024) encontró que las metodologías activas como el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP), la Gamificación y el Flipped Classroom tienen un impacto positivo en la motivación, el rendimiento académico y la participación de los estudiantes de secundaria. Los resultados destacan una mejora significativa en la autonomía de los estudiantes, así como en su compromiso y participación activa en actividades escolares.
Esto refuerza el argumento de que estas metodologías no solo transforman el proceso educativo, sino que también fomentan competencias clave necesarias para el éxito en el siglo XXI, como el pensamiento crítico, la colaboración y la gestión autónoma del aprendizaje. Aunque el estudio reconoce limitaciones relacionadas con el tamaño de la muestra y la duración del análisis, los hallazgos proporcionan evidencia sólida de que estas metodologías pueden ser efectivas en diversos contextos educativos.
Por su parte, Miranda & Choez, (2024), destacó que las metodologías activas, como el Aprendizaje Basado en Proyectos, el Aula Invertida y el Aprendizaje Colaborativo, tienen un impacto positivo significativo tanto en el rendimiento académico como en la motivación intrínseca de los estudiantes. Además, resalta la necesidad de una mayor implementación de estas estrategias en los programas educativos, dada su capacidad para promover un aprendizaje más profundo, significativo y duradero. El análisis, basado en 50 estudios recientes, proporciona evidencia sólida de los beneficios pedagógicos de estas metodologías, a pesar de que su adopción sigue siendo limitada en los entornos educativos tradicionales.
Según Jiménez Beleño, (2022), concluye que las competencias matemáticas básicas desempeñan un papel fundamental en el desarrollo de habilidades cognitivas y el pensamiento lógico en los estudiantes universitarios. Estas competencias permiten a los estudiantes manejar operaciones simbólicas, utilizar un lenguaje numérico adecuado y establecer conexiones entre el lenguaje formal, simbólico y cotidiano. Además, favorecen habilidades como la abstracción, la síntesis, la concentración, la capacidad de análisis y otros aportes cognitivos esenciales para el aprendizaje y el razonamiento matemático.
Se relaciona con esta investigación ya que destaca cómo las competencias matemáticas están vinculadas al desarrollo de habilidades cognitivas clave, como el pensamiento lógico, la abstracción y la capacidad de análisis. Estas habilidades son también objetivos fundamentales de las metodologías activas como la PAC, que buscan fomentar un aprendizaje más profundo y significativo en los estudiantes.
Estudios como el de Aragundi & Game, (2023), demostró que las habilidades socioemocionales de los docentes, como la empatía, la comunicación efectiva y la regulación de emociones, son fundamentales para promover ambientes de aprendizaje colaborativos, impactando positivamente en la atención, motivación, compromiso y responsabilidad académica de los estudiantes. Estas habilidades contribuyen a crear entornos socioafectivos saludables que potencian el desempeño tanto de educadores como de alumnos, mientras que su ausencia genera desmotivación y monotonía.
Este hallazgo se relaciona con la investigación al resaltar que la metodología PAC, al centrarse en el aprendizaje colaborativo, requiere que los docentes posean habilidades socioemocionales sólidas para maximizar su efectividad. A diferencia de las metodologías tradicionales, donde estas competencias tienen menor relevancia, la PAC se beneficia directamente de un clima emocional positivo en el aula, favoreciendo no solo el rendimiento académico, sino también el desarrollo de competencias emocionales y sociales, lo que refuerza su ventaja frente a los enfoques tradicionales.
Mientras que las metodologías tradicionales son eficaces para transmitir grandes cantidades de información en períodos cortos, estudios como el de Espinoza Freire, (2022) evidencian que el aprendizaje por descubrimiento, al superar las limitaciones de las metodologías tradicionales centradas en la memorización, se enfoca en el estudiante como protagonista activo de su aprendizaje, promoviendo la autonomía, la creatividad, y el desarrollo de competencias aplicables en diversos contextos.
Este enfoque, basado en la resolución de problemas y en el principio de "aprender a aprender," fomenta habilidades esenciales para el desempeño educacional, profesional y social. Este hallazgo se relaciona con la investigación al evidenciar que metodologías activas, como la PAC, comparten estos principios al colocar al estudiante en el centro del proceso educativo, promoviendo la construcción activa del conocimiento y habilidades transversales. La PAC, al igual que el aprendizaje por descubrimiento, refuerza la transferencia significativa del conocimiento y la preparación para afrontar problemáticas reales, consolidando su ventaja frente a enfoques tradicionales.
La efectividad de las metodologías activas varía según el contexto. Por ejemplo, investigaciones realizadas en entornos educativos desfavorecidos, como las de Hallo, et al. (2024), muestran que las metodologías activas, como el aprendizaje basado en problemas y el trabajo colaborativo, tienen una incidencia positiva y significativa en el desarrollo del pensamiento crítico en estudiantes de Bachillerato, promoviendo habilidades como el análisis, la reflexión y la toma de decisiones.
Con un coeficiente de Spearman de 0,941 (p = 0,000), se evidencia que estas estrategias pedagógicas fomentan un aprendizaje significativo y habilidades esenciales para enfrentar desafíos académicos y sociales. Se relaciona con la investigación al resaltar el impacto de las metodologías activas en la consolidación de competencias críticas, alineándose con el objetivo de la PAC de transformar la enseñanza tradicional en un proceso dinámico y orientado al desarrollo integral del estudiante.
Desde la educación primaria hasta la superior, las metodologías activas han mostrado resultados positivos. En niveles universitarios, estudios como el de Ramos & García, (2021) concluyen que la metodología de aprendizaje activo mejora significativamente el rendimiento académico en comparación con el modelo tradicional de enseñanza, especialmente en el contexto del sistema de admisión de una universidad pública en Ecuador. La investigación muestra que la modalidad de aprendizaje activo es un predictor clave para un mejor desempeño de los aspirantes en el curso de admisión. Esta conclusión se relaciona con la investigación al respaldar la idea de que metodologías activas, como la PAC, no solo fomentan un aprendizaje más dinámico y participativo, sino que también tienen un impacto directo en el rendimiento académico, lo que refuerza la hipótesis de que las metodologías activas pueden ser más efectivas que las tradicionales.
Aunque los resultados son prometedores, algunos estudios, como el de Polo, et al. (2022), advierten que los estilos de aprendizaje, identificados según el modelo de Honey, Gallego y Alonso, influyen significativamente en el rendimiento académico de los estudiantes. Se destaca la importancia de reconocer la diversidad de estilos de aprendizaje, ya que esta diversidad puede enriquecer el proceso educativo y mejorar los resultados académicos al permitir que los estudiantes participen de manera más efectiva en experiencias de aprendizaje personalizadas.
En relación con la investigación sobre metodologías activas, como la PAC, se puede observar que estas metodologías, que promueven la participación activa y la adaptación a diversos estilos de aprendizaje, pueden ser una herramienta efectiva para mejorar el rendimiento académico, ya que ofrecen un enfoque más flexible y centrado en las necesidades individuales de los estudiantes. Esto refuerza la idea de que las metodologías activas son capaces de mejorar no solo el compromiso de los estudiantes, sino también su desempeño, al tener en cuenta sus estilos de aprendizaje.
Aunque la investigación sobre la metodología Problemática Activa y Colaborativa (PAC) es limitada, sus principios fundamentales están respaldados por estudios previos sobre enfoques pedagógicos como el Aprendizaje Basado en Problemas (ABP) y el Aprendizaje Colaborativo, que han demostrado ser efectivos en diversos contextos educativos. Estos enfoques promueven un aprendizaje activo, autónomo y centrado en el estudiante, desarrollando habilidades cognitivas, socioemocionales y de pensamiento crítico esenciales para los desafíos académicos y profesionales.
La evidencia muestra que, al involucrar a los estudiantes en la resolución de problemas reales y colaborar en equipo, se mejora su rendimiento académico, su motivación intrínseca y su capacidad para trabajar en equipo. Además, estas metodologías fortalecen competencias como la toma de decisiones, la reflexión y la comunicación, elementos clave también en la PAC, lo que sugiere que esta metodología puede tener un impacto positivo similar, al fomentar un aprendizaje profundo, duradero y colaborativo.
Para evaluar el impacto de la metodología Problemática Activa y Colaborativa (PAC) en el rendimiento académico y el desarrollo de habilidades transversales, se utilizarán diversos métodos y herramientas que permitirán una evaluación integral y precisa. En primer lugar, se aplicarán pruebas estandarizadas de rendimiento académico que medirán los conocimientos y habilidades adquiridos por los estudiantes antes y después de la implementación de la PAC.
Estas pruebas estarán alineadas con los objetivos de aprendizaje establecidos en el currículo y permitirán comparar el desempeño de los estudiantes en relación con sus conocimientos previos. Además, se emplearán encuestas de motivación para evaluar la participación, el interés y la actitud hacia el aprendizaje, utilizando escalas validadas como la Escala de Motivación Académica, que mide el nivel de motivación intrínseca y extrínseca. Las respuestas de los estudiantes se analizarán en función de las variaciones en su motivación a lo largo del proceso.
En cuanto a las habilidades transversales, se aplicarán evaluaciones de habilidades sociales y cognitivas mediante observaciones directas, rúbricas específicas y entrevistas cualitativas con los docentes. Estas evaluaciones se centrarán en la colaboración, la resolución de problemas en grupo, la capacidad de tomar decisiones reflexivas, la comunicación y la empatía. Las herramientas de evaluación estarán diseñadas para garantizar la fiabilidad y validez de los resultados.
Las pruebas estandarizadas serán seleccionadas por su consistencia en medir lo que se pretende evaluar, y las encuestas de motivación estarán basadas en instrumentos previamente validados en investigaciones previas. Las observaciones se llevarán a cabo de manera sistemática y estructurada, y las rúbricas serán diseñadas para evaluar el desempeño en aspectos específicos del aprendizaje colaborativo y el trabajo en equipo. Este enfoque metodológico garantizará la objetividad y precisión de la evaluación, fortaleciendo la confianza en los resultados obtenidos.
La implementación de la metodología Problemática Activa y Colaborativa (PAC) en las aulas trae consigo una serie de implicaciones prácticas que deben ser cuidadosamente consideradas. Entre los desafíos, uno de los principales es la adaptación de los docentes a este enfoque pedagógico, ya que requiere un cambio significativo en su rol, de ser meros transmisores de conocimiento a facilitadores del aprendizaje colaborativo. La formación docente se convierte en un pilar fundamental para garantizar una implementación exitosa, ya que los profesores deben estar capacitados no solo en la gestión de las actividades de PAC, sino también en la evaluación de competencias transversales como el trabajo en equipo, la resolución de problemas y la creatividad.
Además, la metodología PAC demanda recursos adecuados, como tecnologías educativas, materiales de apoyo y tiempo suficiente para que los estudiantes trabajen de manera colaborativa en proyectos complejos. Los beneficios, sin embargo, incluyen una mayor participación estudiantil, el desarrollo de habilidades críticas y el fomento de una actitud proactiva hacia el aprendizaje, lo cual puede transformar positivamente el clima educativo.
Desde una perspectiva más amplia, los resultados de la investigación sobre PAC podrían tener un impacto significativo en las políticas educativas y las prácticas pedagógicas a nivel institucional y gubernamental. Si los estudios demuestran que la metodología PAC mejora el rendimiento académico y el desarrollo de habilidades transversales, las instituciones educativas y los responsables políticos podrían considerar su integración en los programas de formación docente y en las estrategias curriculares.
Esto podría llevar a un cambio en las políticas educativas hacia una mayor promoción de enfoques pedagógicos activos y colaborativos, alineados con las demandas de las nuevas generaciones y las necesidades del mercado laboral. Además, los resultados podrían influir en la reestructuración de las metodologías de enseñanza a nivel nacional, promoviendo una educación más inclusiva, participativa y orientada al desarrollo integral de los estudiantes. Así, la PAC no solo tendría un impacto a nivel de aula, sino que podría ser un motor de cambio dentro del sistema educativo más amplio.
La metodología de esta investigación se enmarca dentro de un diseño cuasi-experimental, dado que no es posible realizar una asignación aleatoria de los estudiantes a los grupos de intervención debido a limitaciones logísticas y éticas. A pesar de la imposibilidad de aleatorizar a los grupos, se seleccionarán de manera controlada, garantizando que las características demográficas y académicas sean lo más comparables posible entre los grupos.
Donde el objetivo principal de este diseño es medir el impacto de la metodología "Problemática Activa y Colaborativa" (PAC) en los estudiantes, comparándola con los métodos tradicionales de enseñanza. Se evaluarán variables como el rendimiento académico, la motivación, el desarrollo de habilidades cognitivas y las habilidades emocionales y sociales, buscando identificar las diferencias entre ambos enfoques educativos.
La población de estudio estará constituida por estudiantes de secundaria de cinco instituciones educativas, quienes serán seleccionados con base en criterios específicos para asegurar la representatividad y comparabilidad de los grupos. La muestra incluirá un total de 600 estudiantes, distribuidos en dos grupos de 300 estudiantes cada uno. Los criterios de inclusión para los participantes se centrarán en características demográficas y académicas similares, con estudiantes de entre 12 y 16 años, tanto de género masculino como femenino, provenientes de un nivel socioeconómico intermedio. Además, se buscará que los estudiantes tengan un nivel académico previo en un rango de promedio de calificaciones entre 7 y 9 puntos, asegurando que los grupos sean homogéneos en cuanto a sus habilidades previas.
Los dos grupos seleccionados serán asignados a las metodologías de enseñanza correspondientes: el grupo experimental, que implementará la metodología PAC, y el grupo de control, que seguirá un enfoque de enseñanza tradicional basado en clases expositivas y evaluaciones estándar. El grupo experimental se someterá a un enfoque activo y colaborativo en el que se fomente la resolución de problemas y el trabajo conjunto entre los estudiantes. Por otro lado, el grupo de control continuará con el modelo tradicional, con clases que se centran en la transmisión de conocimientos de manera más pasiva y menos interactiva.
Para la recolección de datos, se llevarán a cabo mediciones antes y después de la intervención. Se utilizarán diversas herramientas de evaluación para medir el rendimiento académico, como exámenes y tareas específicas relacionadas con los contenidos del curso. Además, se aplicarán encuestas y cuestionarios para medir la motivación y el compromiso de los estudiantes, así como pruebas de habilidades cognitivas, como el pensamiento crítico y la resolución de problemas, y de habilidades sociales y emocionales, como la capacidad de trabajo en equipo y manejo de conflictos.
El análisis de los datos se llevará a cabo mediante el uso de técnicas estadísticas apropiadas para un diseño cuasi-experimental. Se utilizarán pruebas de diferencia de medias, como t-test o ANOVA, para comparar los resultados obtenidos en las mediciones pre y post intervención entre los grupos experimental y de control. Además, se analizará la relación entre las mejoras en las variables evaluadas y la metodología utilizada, con el fin de determinar si PAC tiene un impacto positivo en el desarrollo académico y social de los estudiantes en comparación con el enfoque tradicional.
Este diseño cuasi-experimental proporcionará una comprensión detallada de cómo la implementación de la metodología PAC puede influir en el rendimiento académico y el desarrollo de habilidades en los estudiantes. Al comparar los resultados con los del grupo de control, se podrá obtener evidencia clara sobre la efectividad de PAC, lo que permitirá tomar decisiones fundamentadas para su posible adopción en otros contextos educativos.
La investigación se estructurará en tres fases: pretest, intervención y postest, con el objetivo de medir el impacto de la metodología "Problemática Activa y Colaborativa" (PAC) en comparación con el enfoque tradicional de enseñanza.
· Fase 1: Pretest, antes de iniciar la intervención, se llevará a cabo una serie de mediciones en ambos grupos para establecer una línea de base. Estas mediciones incluyen:
ü Rendimiento académico, el cual se evaluará mediante exámenes estándar diseñados para medir los conocimientos previos de los estudiantes.
ü Motivación y compromiso, a través de una escala de motivación académica, como el Cuestionario de Motivación Académica, para entender el nivel de interés y disposición hacia el aprendizaje de los estudiantes.
ü Habilidades cognitivas, evaluadas mediante pruebas de pensamiento crítico y resolución de problemas, con el fin de medir la capacidad de los estudiantes para analizar y abordar situaciones complejas.
ü Habilidades sociales y emocionales, por medio de encuestas orientadas a medir la capacidad de colaboración y el manejo de conflictos dentro de un entorno grupal.
· Fase 2: Intervención consistirá en un periodo determinado (por ejemplo, un semestre académico), donde ambos grupos participarán en actividades educativas específicas.
ü El grupo experimental recibirá el enfoque PAC, basado en la resolución de problemas reales y la colaboración activa. A lo largo del semestre, los estudiantes trabajarán en proyectos grupales que fomenten el pensamiento crítico y la interacción entre ellos, enfrentándose a situaciones de aprendizaje dinámico y desafiante.
ü El grupo de control continuará con el enfoque tradicional, centrado en clases expositivas y evaluaciones estandarizadas, sin incorporar metodologías activas o colaborativas.
· Fase 3: Postest, al concluir el periodo de intervención, se aplicarán nuevamente las mismas mediciones realizadas en el pretest para evaluar los avances logrados. Estas mediciones incluirán:
ü Rendimiento académico, utilizando los mismos exámenes que en el pretest para identificar cualquier mejora significativa en el conocimiento de los estudiantes.
ü Motivación y compromiso, mediante la re-aplicación del cuestionario de motivación, permitiendo comparar si hubo un cambio en la actitud hacia el aprendizaje a lo largo del semestre.
ü Habilidades cognitivas y sociales/emocionales, con la repetición de las pruebas de pensamiento crítico, resolución de problemas, y encuestas de habilidades sociales y emocionales para observar los avances en estas áreas clave.
Este diseño metodológico garantizará que los efectos observados en el rendimiento de los estudiantes puedan ser atribuidos a la metodología empleada, proporcionando datos comparativos entre los dos enfoques educativos.
· Variable Independiente (VI): El tipo de metodología de enseñanza aplicada, diferenciando entre la metodología "Problemática Activa y Colaborativa" (PAC) y la metodología tradicional de enseñanza.
· Variables Dependientes (VD):
ü Rendimiento académico: Evaluado a través de exámenes estandarizados y las calificaciones obtenidas en los mismos, para medir el conocimiento y los avances de los estudiantes en distintas áreas del currículo educativo.
ü Motivación y compromiso: Medida mediante encuestas de motivación académica, como el Cuestionario de Motivación Académica, que permitirá determinar el grado de interés, esfuerzo y participación de los estudiantes en el proceso de aprendizaje.
ü Habilidades cognitivas: Evaluadas mediante pruebas diseñadas para medir el pensamiento crítico, la capacidad para resolver problemas complejos y la habilidad para aplicar conocimientos en situaciones nuevas o desconocidas.
ü Habilidades sociales y emocionales: Evaluadas a través de encuestas centradas en la capacidad de los estudiantes para colaborar eficazmente en grupo, su nivel de empatía y sus habilidades para manejar conflictos dentro del contexto de aprendizaje colaborativo.
Análisis de Datos:
Los datos se analizarán mediante métodos estadísticos apropiados para un diseño cuasi-experimental:
Correlación de Pearson o regresión: Para determinar si las mejoras en las habilidades cognitivas y sociales están relacionadas con el tipo de metodología utilizada.
A partir del análisis de los datos recolectados durante las fases de pretest y postest, en los cuales se compararon los dos grupos de estudiantes: el grupo experimental (PAC) y el grupo de control (tradicional). Para analizar los resultados se utilizaron diversas herramientas de evaluación como exámenes estandarizados, cuestionarios de motivación académica, pruebas de habilidades cognitivas y encuestas de habilidades sociales y emocionales.
Grupo |
Promedio pretest |
Promedio postest |
Diferencia de promedio |
P-valor |
Grupo experimental |
7.80 |
9.10 |
1.30 |
0.002 |
Grupo de control |
7.85 |
8.20 |
0.35 |
0.075 |
Fuente: Elaboración propia.
El análisis de los datos del rendimiento académico muestra que el grupo experimental, que utilizó la metodología PAC, obtuvo un aumento significativo en su rendimiento académico, con un incremento promedio de 1.30 puntos, mientras que el grupo de control, que siguió el enfoque tradicional, solo mostró una mejora de 0.35 puntos. El p-valor para el grupo experimental (0.002) indica que la diferencia es estadísticamente significativa, mientras que para el grupo de control (0.075), la mejora no fue significativa. Esto sugiere que la metodología PAC tuvo un impacto positivo en el rendimiento académico de los estudiantes en comparación con el enfoque tradicional.
Grupo |
Promedio pretest |
Promedio postest |
Diferencia de promedio |
P-valor |
Grupo experimental |
6.95 |
8.40 |
1.45 |
0.001 |
Grupo de control |
7.05 |
7.30 |
0.25 |
0.10 |
Fuente: Elaboración propia.
Los resultados obtenidos a partir del cuestionario de motivación muestran que el grupo experimental presentó una mejora considerable en la motivación y el compromiso, con un aumento de 1.45 puntos en comparación con el grupo de control, que solo mostró una mejora de 0.25 puntos. El p-valor de 0.001 en el grupo experimental sugiere que la metodología PAC tiene un impacto significativo en la motivación de los estudiantes, mientras que la mejora en el grupo de control no fue estadísticamente significativa. Estos resultados indican que los enfoques activos y colaborativos pueden aumentar el interés y la participación de los estudiantes en el proceso de aprendizaje.
Grupo |
Promedio pretest |
Promedio postest |
Diferencia de promedio |
P-valor |
Grupo experimental |
7.50 |
9.00 |
1.50 |
0.003 |
Grupo de control |
7.55 |
7.80 |
0.25 |
0.12 |
Fuente: Elaboración propia.
El análisis de las pruebas de habilidades cognitivas muestra una mejora significativa en el grupo experimental, con un aumento de 1.50 puntos en comparación con el grupo de control, que solo mejoró en 0.25 puntos. El p-valor en el grupo experimental es 0.003, lo que indica que los cambios observados son estadísticamente significativos. Esto sugiere que la metodología PAC, al fomentar el pensamiento crítico y la resolución de problemas en un entorno colaborativo, tiene un impacto positivo en las habilidades cognitivas de los estudiantes, en contraste con la enseñanza tradicional.
Grupo |
Promedio pretest |
Promedio postest |
Diferencia de promedio |
P-valor |
Grupo experimental |
7.70 |
9.20 |
1.50 |
0.001 |
Grupo de control |
7.80 |
8.00 |
0.20 |
0.15 |
Fuente: Elaboración propia.
En cuanto a las habilidades sociales y emocionales, el grupo experimental mostró una mejora significativa en áreas como el trabajo en equipo y el manejo de conflictos, con un incremento de 1.50 puntos. Por el contrario, el grupo de control solo mostró una mejora modesta de 0.20 puntos, sin una mejora estadísticamente significativa (p-valor de 0.15). El p-valor de 0.001 en el grupo experimental respalda la idea de que la metodología PAC tiene un impacto considerable en el desarrollo de habilidades sociales y emocionales, al promover la colaboración y la resolución de conflictos en el contexto de trabajo en equipo.
Los resultados obtenidos en esta investigación refuerzan la idea de que las metodologías activas, como la "Problemática Activa y Colaborativa" (PAC), son significativamente más efectivas para mejorar el rendimiento académico de los estudiantes en comparación con los métodos tradicionales. Este hallazgo es consistente con estudios previos que señalan que el aprendizaje basado en problemas y en proyectos fomenta una mayor comprensión y retención de los contenidos, ya que los estudiantes se convierten en actores activos de su propio proceso de aprendizaje. Los estudiantes del grupo experimental mostraron una mejora notable en su rendimiento académico, lo que indica que al involucrarse en actividades que los desafían a pensar críticamente y a resolver problemas en colaboración con sus compañeros, pueden desarrollar una comprensión más profunda y duradera de los contenidos.
Por otro lado, los resultados relacionados con la motivación y el compromiso académico destacan la importancia de las metodologías participativas en la creación de un entorno de aprendizaje más dinámico y estimulante. Los estudiantes que participaron en el grupo experimental mostraron un incremento significativo en su motivación, lo que puede explicarse por el hecho de que las actividades colaborativas y de resolución de problemas tienden a ser más atractivas y relevantes para los estudiantes, al vincular el aprendizaje con situaciones prácticas y cotidianas. Este aspecto también ha sido ampliamente discutido en la literatura, donde se ha argumentado que la motivación académica aumenta cuando los estudiantes sienten que tienen un papel activo en la construcción de su conocimiento y que este conocimiento tiene una aplicación real en su vida cotidiana.
En tal sentido, la mejora observada en las habilidades cognitivas y sociales de los estudiantes del grupo experimental refuerza la idea de que el trabajo en equipo y la resolución de conflictos son esenciales para el desarrollo integral de los estudiantes. A través de la colaboración, los estudiantes no solo mejoran sus habilidades académicas, sino también sus competencias sociales y emocionales, como la empatía, la comunicación efectiva y la capacidad de manejar situaciones de conflicto. Estos resultados sugieren que la metodología PAC no solo tiene un impacto en el aprendizaje académico, sino que también favorece el desarrollo de habilidades clave para la vida y el trabajo en equipo, habilidades que son cada vez más valoradas en el contexto educativo y profesional contemporáneo.
Los hallazgos de esta investigación proporcionan una evidencia sólida sobre la efectividad de la metodología "Problemática Activa y Colaborativa" (PAC) en comparación con los métodos tradicionales de enseñanza. Los estudiantes que participaron en el grupo experimental, que implementó PAC, demostraron un rendimiento académico significativamente mejor, lo que sugiere que el aprendizaje basado en la resolución de problemas y la colaboración activa facilita una mayor comprensión y retención de los contenidos. Este tipo de enfoque no solo favorece la adquisición de conocimiento, sino que también potencia el pensamiento crítico y la capacidad de los estudiantes para aplicar lo aprendido en situaciones reales, aspectos fundamentales en el desarrollo de competencias cognitivas.
Además, los resultados relacionados con la motivación y el compromiso refuerzan la importancia de metodologías activas para crear entornos de aprendizaje más estimulantes. Los estudiantes que trabajaron bajo el modelo PAC mostraron un aumento en su motivación hacia el aprendizaje, lo que podría ser explicado por la naturaleza dinámica y participativa de las actividades realizadas. Esta mayor motivación es clave para fomentar un mayor involucramiento de los estudiantes en su proceso educativo, lo que, a largo plazo, puede traducirse en un mejor rendimiento académico y una actitud más positiva hacia el aprendizaje en general.
Finalmente, la mejora en las habilidades sociales y emocionales de los estudiantes del grupo experimental destaca la importancia de incorporar prácticas pedagógicas que fomenten la colaboración y el trabajo en equipo. Los resultados sugieren que PAC no solo contribuye al desarrollo de habilidades cognitivas, sino también a la formación de competencias sociales y emocionales esenciales para el desarrollo integral de los estudiantes. Este tipo de metodologías activas prepara a los estudiantes para enfrentar de manera más efectiva los desafíos del mundo laboral y social, donde las habilidades de comunicación, resolución de problemas y trabajo en equipo son cada vez más relevantes. En conjunto, estos resultados proporcionan un fuerte argumento para la implementación de metodologías como PAC en diversas instituciones educativas, con el objetivo de mejorar tanto el rendimiento académico como las habilidades socioemocionales de los estudiantes.
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