Revista
Ciencia y Descubrimiento, Periodicidad: Trimestral, Volumen: 2, Número: 3, Año:
2024 (julio - septiembre)
Recibido: 07/07/2024
Aceptado: 06/08/2024
Publicado: 08/09/2024
Autor:
Jefferson Stalin Erazo Buenaño
https://orcid.org/0009-0005-4320-9773
Universidad
Central del Ecuador
Quito – Ecuador
Kevin Gabriel Villacís Salazar
https://orcid.org/0009-0007-9087-0593
Universidad Central del Ecuador
Quito – Ecuador
Ivonne Yerelet Linares Terán
https://orcid.org/0000-0002-8296-4684
Instituto Tecnológico Superior Quito
Metropolitano
Quito – Ecuador
La
motivación intrínseca desempeña un papel crucial en el rendimiento académico,
especialmente en el contexto universitario, donde los estudiantes enfrentan
numerosos desafíos académicos y personales. Este estudio analiza la relación
entre la motivación intrínseca y el rendimiento académico en estudiantes
universitarios, proporcionando una perspectiva integral sobre cómo el interés y
la autodeterminación influyen en su éxito educativo. El objetivo de la
investigación fue identificar la correlación entre el nivel de motivación
intrínseca y el desempeño académico de los estudiantes universitarios. Se llevó
a cabo un estudio de tipo correlacional con un enfoque cuantitativo y un diseño
transversal. La población estuvo conformada por 250 estudiantes de diversas
carreras universitarias, seleccionados mediante un muestreo aleatorio. Los
instrumentos incluyeron un cuestionario validado sobre motivación intrínseca y
el promedio general de calificaciones como indicador de rendimiento académico.
Los resultados revelaron una correlación positiva significativa entre la
motivación intrínseca y el rendimiento académico (r=0.68, p<0.01). Los
estudiantes con mayores niveles de motivación intrínseca mostraron un mejor
desempeño académico, destacando la importancia de promover estrategias que
estimulen el interés genuino por aprender. Además, se identificaron diferencias
según género y área de estudio, lo que sugiere un enfoque personalizado en
intervenciones educativas. Se concluye que la motivación intrínseca es un
factor determinante en el éxito académico de los estudiantes universitarios.
Fomentar un ambiente que promueva el aprendizaje significativo y la
autodeterminación puede contribuir significativamente al rendimiento académico
y al bienestar estudiantil.
Palabras
clave: Motivación
intrínseca, Rendimiento académico, Estudiantes universitarios, Aprendizaje
significativo, Éxito educativo.
Intrinsic motivation plays a crucial role in academic performance, especially in the university context, where students face numerous academic and personal challenges. This study analyzes the relationship between intrinsic motivation and academic performance in university students, providing a comprehensive perspective on how interest and self-determination influence their educational success. The objective of the research was to identify the correlation between the level of intrinsic motivation and the academic performance of university students. A correlational study with a quantitative approach and a cross-sectional design was conducted. The population consisted of 250 students from various university programs, selected through random sampling. The instruments included a validated questionnaire on intrinsic motivation and the overall grade point average as an indicator of academic performance. The results revealed a significant positive correlation between intrinsic motivation and academic performance (r=0.68, p<0.01). Students with higher levels of intrinsic motivation demonstrated better academic performance, highlighting the importance of promoting strategies that stimulate genuine interest in learning. Additionally, differences were identified based on gender and field of study, suggesting a personalized approach in educational interventions. It is concluded that intrinsic motivation is a determining factor in the academic success of university students. Creating an environment that fosters meaningful learning and self-determination can significantly contribute to academic performance and student well-being.
Keywords: Intrinsic motivation, Academic performance, University students, Meaningful learning, Educational success.
La
motivación intrínseca, entendida como el interés genuino y la autodeterminación
que impulsa a un individuo a realizar una actividad por el placer y la
satisfacción que esta le genera, ha sido ampliamente estudiada en el ámbito
educativo como un factor determinante en el rendimiento académico. La
transición al contexto universitario representa un desafío significativo para
los estudiantes, quienes deben enfrentarse a mayores exigencias académicas y
personales, así como desarrollar una autonomía más pronunciada en su proceso de
aprendizaje. En este sentido, comprender cómo la motivación intrínseca influye
en el desempeño académico se convierte en un tema central para diseñar
estrategias educativas efectivas.
Investigaciones
previas han destacado la relevancia de la motivación intrínseca en el contexto
educativo. Ryan y Deci (2000), autores de la Teoría
de la Autodeterminación, citan Delgado, et al., (2021), proponen que la motivación intrínseca surge cuando se satisfacen tres
necesidades psicológicas básicas: la autonomía, la competencia y la conexión
social. Según su estudio, los estudiantes que experimentan altos niveles de
motivación intrínseca muestran un mayor compromiso con las tareas académicas,
lo que se traduce en mejores resultados académicos y un aprendizaje más
significativo. Esta investigación constituye la base teórica de numerosos
estudios posteriores que han explorado la relación entre motivación intrínseca
y rendimiento académico.
En un
estudio realizado por Cruz,
(2022), se examinó cómo
la motivación intrínseca afecta el desempeño de estudiantes de medicina. Los
resultados mostraron que aquellos con mayores niveles de motivación intrínseca
obtenían calificaciones significativamente más altas en comparación con sus
pares motivados principalmente por factores extrínsecos, como recompensas o la
presión social. Este hallazgo resalta la importancia de fomentar el interés
genuino en los contenidos académicos para mejorar el desempeño educativo, una
premisa que también guía la presente investigación.
De igual
forma, Campos Robles,
(2023) exploró la
influencia de los estilos de enseñanza en la motivación intrínseca de
estudiantes universitarios. Sus resultados demostraron que los docentes que
promueven la autonomía y el aprendizaje significativo, en lugar de centrarse
exclusivamente en los resultados, favorecen un mayor desarrollo de la
motivación intrínseca en sus estudiantes. Este enfoque pedagógico está
directamente relacionado con los objetivos de la presente investigación, que
busca aportar estrategias para estimular la motivación intrínseca y mejorar el
rendimiento académico en el nivel universitario.
Por otro
lado, Estévez &
Valencia, (2023)
llevaron a cabo un estudio longitudinal en estudiantes de secundaria y
universitarios, analizando la relación entre los estilos de aprendizaje
autorregulados y la motivación intrínseca. Encontraron que los estudiantes con
altos niveles de motivación intrínseca tienden a adoptar estrategias de
aprendizaje más efectivas, como la planificación, la organización y la
autorreflexión, lo que impacta positivamente en su rendimiento académico. Este
vínculo entre motivación intrínseca, autorregulación y desempeño educativo
subraya la importancia de abordar estos aspectos de manera integrada en el
diseño de intervenciones educativas.
En el
contexto de la educación superior, Bedolla, et al., (2023) investigaron cómo la motivación intrínseca varía entre variables
académicas. Su estudio reveló que los estudiantes de carreras relacionadas con
las ciencias sociales y las artes tienden a reportar mayores niveles de
motivación intrínseca en comparación con los de ciencias exactas, lo que podría
estar relacionado con las metodologías de enseñanza y la percepción de
relevancia personal en los contenidos académicos. Este hallazgo sugiere la
necesidad de enfoques diferenciados para atender las particularidades de cada
área de estudio, un aspecto considerado en el diseño metodológico de esta
investigación.
La relación
entre la motivación intrínseca y factores socioemocionales también ha sido
objeto de análisis en estudios recientes. Torres & Alchundia,
(2024), plantearon que
las emociones positivas, como el interés y la satisfacción, están estrechamente
vinculadas con la motivación intrínseca y actúan como mediadores en el
rendimiento académico. Además, identificaron que la ansiedad y el estrés,
emociones negativas comunes en el ámbito universitario, pueden inhibir la
motivación intrínseca y afectar negativamente el desempeño académico. Estos
hallazgos refuerzan la importancia de considerar el bienestar emocional en
cualquier intervención educativa destinada a fomentar la motivación intrínseca.
En cuanto a
las diferencias individuales, Tolano, et al., (2024) examinaron cómo factores como el género y la cultura influyen en los
niveles de motivación intrínseca. Descubrieron que las mujeres, en general,
tienden a reportar mayores niveles de motivación intrínseca en contextos
educativos, aunque esta diferencia puede variar según la cultura y el entorno
educativo. Estas diferencias también se analizarán en la presente investigación
para proporcionar un enfoque más personalizado y relevante a los resultados
obtenidos. Además, estudios como los de Valladolid Pérez, et al., (2023) han explorado las implicaciones
prácticas de fomentar la motivación intrínseca en entornos educativos. Sus
hallazgos sugieren que las estrategias pedagógicas centradas en el aprendizaje
significativo, como el aprendizaje basado en proyectos y la gamificación,
pueden ser herramientas efectivas para aumentar la motivación intrínseca y, por
ende, el rendimiento académico. Este enfoque práctico también se encuentra
alineado con los objetivos de esta investigación, que busca proporcionar
recomendaciones concretas para mejorar la enseñanza universitaria.
En el
ámbito latinoamericano, investigaciones como la de Másmela & Jiménez, (2024) han analizado la motivación
intrínseca en estudiantes universitarios de diferentes contextos
socioculturales. Sus resultados destacan la importancia de factores
contextuales, como el apoyo familiar y la percepción de oportunidades
laborales, en el desarrollo de la motivación intrínseca. Este enfoque
contextualizado es especialmente relevante para la presente investigación, que
se lleva a cabo en un entorno universitario con características socioculturales
particulares.
Otro
aspecto clave relacionado con la motivación intrínseca es su impacto en el
aprendizaje a largo plazo. Campos Robles, (2023), argumenta que la motivación intrínseca no solo mejora el rendimiento
académico inmediato, sino que también fomenta una disposición positiva hacia el
aprendizaje continuo. Esto tiene implicaciones significativas para la educación
universitaria, donde se espera que los estudiantes desarrollen competencias y
actitudes que les permitan adaptarse a un entorno profesional en constante cambio.
A pesar de
los numerosos avances en la comprensión de la motivación intrínseca, aún
persisten preguntas sin resolver. Por ejemplo, ¿cómo interactúan la motivación
intrínseca y los factores extrínsecos, como las calificaciones y las becas, en
el contexto universitario? Estudios como los de Campos Robles, (2023) han señalado que los incentivos extrínsecos
pueden, en algunos casos, socavar la motivación intrínseca, mientras que otros
autores argumentan que ambos tipos de motivación pueden coexistir y complementarse.
Este debate teórico subyace a la presente investigación, que busca arrojar luz
sobre cómo maximizar el impacto positivo de la motivación intrínseca en el
rendimiento académico.
En este
contexto, la presente investigación tiene como objetivo principal analizar la
relación entre la motivación intrínseca y el rendimiento académico en
estudiantes universitarios, proporcionando una perspectiva integral que
incorpore factores individuales, contextuales y pedagógicos. Al integrar los
hallazgos de estudios previos con datos empíricos obtenidos de una muestra
representativa, se espera contribuir al desarrollo de estrategias educativas
más efectivas y personalizadas.
Finalmente,
esta investigación no solo busca confirmar la correlación entre motivación
intrínseca y rendimiento académico, sino también explorar las implicaciones
prácticas de estos hallazgos. Al hacerlo, se pretende aportar una base teórica
y práctica para el diseño de intervenciones educativas que promuevan un
aprendizaje significativo, autónomo y sostenible, contribuyendo al bienestar
académico y personal de los estudiantes universitarios.
Factores determinantes de la motivación
intrínseca en el contexto universitario
La
motivación intrínseca en los estudiantes universitarios se basa en la
satisfacción de tres necesidades psicológicas fundamentales según la Teoría de
la Autodeterminación: autonomía, competencia y relación. La autonomía implica
que los estudiantes perciban que tienen control sobre sus decisiones y que sus
acciones están alineadas con sus valores personales. Cuando los entornos
educativos fomentan esta percepción, los estudiantes se sienten más motivados a
participar activamente en su aprendizaje. La competencia, por su parte, se
refiere al sentido de eficacia en la realización de tareas académicas, lo que
refuerza su confianza y su interés por superar retos. Finalmente, la necesidad
de relación se vincula con la conexión y el apoyo emocional que los estudiantes
perciben de sus compañeros, profesores y familia, creando un ambiente que
favorece la motivación intrínseca.
El ambiente
académico es un factor determinante en el desarrollo de la motivación
intrínseca. Entornos de aprendizaje que promueven la participación activa, la
retroalimentación constructiva y el respeto por las opiniones de los
estudiantes potencian su interés y compromiso. Los métodos de enseñanza
centrados en el estudiante, como el aprendizaje basado en proyectos y el
aprendizaje activo, también refuerzan la motivación intrínseca al darles la
oportunidad de aplicar conocimientos en contextos reales. Además, el apoyo
social de la familia y los pares juega un papel esencial. Los estudiantes que
reciben aliento y reconocimiento por sus esfuerzos tienden a desarrollar un
interés genuino por aprender y perseverar en sus objetivos académicos.
Otro
elemento crucial es la percepción de relevancia personal de los contenidos
académicos. Cuando los estudiantes consideran que lo que aprenden tiene un
impacto directo en su vida personal o profesional, es más probable que se
sientan intrínsecamente motivados. Esto subraya la importancia de diseñar
currículos que estén alineados con los intereses y metas de los estudiantes,
así como de promover conexiones entre los contenidos académicos y sus
aplicaciones prácticas. Al integrar estas estrategias y satisfacer las
necesidades psicológicas fundamentales, se puede fomentar una motivación
intrínseca sostenida que impulse el éxito académico y el bienestar integral de
los estudiantes.
Impacto de la motivación intrínseca en el
rendimiento académico y el aprendizaje significativo
La
motivación intrínseca tiene un impacto significativo en las estrategias de
aprendizaje que los estudiantes emplean, como la autorregulación, la
planificación y la resolución de problemas. Los estudiantes intrínsecamente
motivados tienden a autorregular su aprendizaje, estableciendo metas claras,
monitoreando su progreso y ajustando sus enfoques según sea necesario. Este
nivel de autonomía les permite enfrentar los desafíos académicos con mayor
eficacia y desarrollar habilidades de autoevaluación que promueven un
aprendizaje más profundo. Asimismo, la planificación adecuada de las tareas,
guiada por un interés genuino en los contenidos, ayuda a los estudiantes a
organizar su tiempo y recursos, priorizando actividades que contribuyan al
logro de sus objetivos educativos.
El interés
intrínseco también fomenta un compromiso activo con las tareas académicas, lo
que se traduce en una mayor persistencia y dedicación. Cuando los estudiantes
disfrutan del proceso de aprendizaje y consideran que las actividades tienen
valor personal, están más dispuestos a invertir tiempo y esfuerzo en completar
proyectos, resolver problemas complejos y participar en discusiones
significativas. Este compromiso no solo mejora su desempeño en tareas
específicas, sino que también refuerza su capacidad de aplicar lo aprendido a
contextos prácticos, un aspecto clave en el desarrollo de competencias
transferibles.
Además, la
motivación intrínseca mejora significativamente la retención de conocimientos.
Los estudiantes que aprenden impulsados por un interés genuino tienden a
procesar la información de manera más profunda, lo que facilita su
consolidación en la memoria a largo plazo. Este enfoque también optimiza el
desempeño en exámenes, ya que los estudiantes no solo memorizan datos, sino que
comprenden conceptos fundamentales y su interrelación. Como resultado, son
capaces de integrar y aplicar estos conocimientos en diferentes contextos
académicos y profesionales, lo que eleva su rendimiento general y refuerza su
confianza en sus habilidades.
Por último,
el interés intrínseco por aprender fortalece la capacidad de resolución de
problemas. Los estudiantes motivados intrínsecamente tienden a abordar los
desafíos con creatividad y perseverancia, explorando soluciones alternativas y
aplicando conceptos teóricos en situaciones prácticas. Esta habilidad no solo
contribuye al éxito académico, sino que también prepara a los estudiantes para
enfrentar problemas en el mundo real. En conjunto, estas dinámicas muestran
cómo la motivación intrínseca no solo potencia el aprendizaje, sino que también
transforma la experiencia educativa en un proceso significativo, efectivo y
sostenible.
Diferencias individuales y contextuales en la
relación entre motivación intrínseca y rendimiento académico
La
motivación intrínseca y su relación con el desempeño académico pueden variar
significativamente en función de factores como género, área de estudio, nivel
socioeconómico y cultura. Estudios previos han señalado que las diferencias de
género influyen en los niveles de motivación intrínseca, con mujeres a menudo
mostrando una mayor orientación hacia el aprendizaje significativo, mientras
que los hombres tienden a enfocarse en la resolución de problemas prácticos.
Estas diferencias pueden reflejarse en el tipo de estrategias que cada género
prefiere para aprender, lo que sugiere la necesidad de diseñar enfoques
pedagógicos adaptados para maximizar el interés y compromiso en ambos grupos.
El área de
estudio también juega un papel importante en la motivación intrínseca de los
estudiantes. Por ejemplo, quienes cursan disciplinas de ciencias sociales o
humanidades suelen reportar una mayor conexión emocional y personal con los
contenidos, lo que impulsa su interés intrínseco. En contraste, en áreas como
las ciencias exactas o la ingeniería, el desafío de los contenidos puede actuar
como un incentivo motivacional. Reconocer estas diferencias puede ser clave
para implementar estrategias que aborden las características específicas de
cada campo, como integrar proyectos interdisciplinarios o aplicar aprendizajes
en contextos reales para aumentar la relevancia personal de los contenidos.
El nivel
socioeconómico y el contexto cultural también influyen de manera significativa
en la motivación intrínseca y el rendimiento académico. Estudiantes de
contextos socioeconómicos desfavorecidos pueden enfrentar barreras que limitan
su acceso a recursos educativos, afectando su capacidad para mantener una
motivación sostenida. Sin embargo, investigaciones sugieren que un ambiente
académico de apoyo, junto con modelos pedagógicos culturalmente relevantes,
puede compensar estas desventajas y fomentar un aprendizaje significativo.
Además, las normas y valores culturales impactan las actitudes hacia el
aprendizaje, lo que subraya la importancia de integrar prácticas inclusivas y
respetuosas con la diversidad.
Estas
diferencias entre género, áreas de estudio, niveles socioeconómicos y contextos
culturales destacan la necesidad de diseñar estrategias personalizadas para
promover la motivación intrínseca. Por ejemplo, integrar actividades
colaborativas que valoren la diversidad de perspectivas, emplear tecnologías
accesibles para eliminar barreras socioeconómicas o adaptar contenidos al
contexto cultural de los estudiantes puede fomentar su interés y compromiso. Al
adoptar un enfoque personalizado, las instituciones educativas pueden
garantizar que todos los estudiantes, independientemente de sus circunstancias,
tengan la oportunidad de desarrollar su potencial académico y personal.
La
investigación se enmarca dentro de un enfoque cuantitativo, ya que busca
analizar la relación entre la motivación intrínseca y el rendimiento académico
mediante la recolección y análisis de datos numéricos. Se trata de un estudio
correlacional, dado que pretende identificar la fuerza y dirección de la
relación entre ambas variables, sin establecer causalidad. El diseño es
transversal, ya que la recolección de datos se llevó a cabo en un único
momento, permitiendo un análisis instantáneo de las relaciones entre las
variables en estudio.
La
población del estudio estuvo conformada por 250 estudiantes universitarios de
diversas carreras, seleccionados mediante un muestreo aleatorio con el objetivo
de garantizar representatividad. Los instrumentos utilizados incluyeron un
cuestionario previamente validado para medir los niveles de motivación
intrínseca, basado en la Teoría de la Autodeterminación, y el promedio general
de calificaciones como indicador del rendimiento académico. Ambos instrumentos
se eligieron por su fiabilidad y validez, garantizando que los datos obtenidos
reflejaran adecuadamente las características de interés.
El
procedimiento de recolección de datos incluyó la distribución del cuestionario
a los participantes, seguido de la obtención de sus promedios académicos a
través de los registros institucionales, previo consentimiento informado. Los
datos fueron analizados utilizando técnicas estadísticas descriptivas y
correlacionales, empleando pruebas como el coeficiente de correlación de
Pearson para determinar la relación entre las variables. Además, se realizó un
análisis diferencial para explorar cómo factores como el género y el área de
estudio afectan dicha relación, lo que permitió identificar patrones relevantes
y potenciales áreas de intervención educativa.
Los
resultados obtenidos a partir del análisis de los datos recopilados sobre la
relación entre motivación intrínseca y rendimiento académico en estudiantes
universitarios:
Tabla
1:
Correlación
entre motivación intrínseca y rendimiento académico
Variable |
Media |
Desviación Estándar |
Coeficiente de correlación (r) |
Significancia (p) |
Motivación intrínseca |
4.2 |
0.65 |
0.68 |
< 0.01 |
Rendimiento académico |
3.8 |
0.75 |
- |
- |
Fuente: Elaboración propia.
La tabla
muestra un coeficiente de correlación positiva significativa de r = 0.68 (p
< 0.01) entre la motivación intrínseca y el rendimiento académico, lo que
indica que a medida que los niveles de motivación intrínseca aumentan, el
desempeño académico también tiende a mejorar. Los estudiantes con puntuaciones
más altas en motivación intrínseca presentaron promedios académicos más
elevados, evidenciando que el interés genuino por aprender es un factor clave
en el éxito educativo.
Tabla
2:
Diferencias
por género en los niveles de motivación intrínseca
Género |
Media de motivación intrínseca |
Media de rendimiento académico |
Significancia (p) |
Femenino |
4.3 |
3.9 |
< 0.05 |
Masculino |
4.1 |
3.7 |
< 0.05 |
Fuente: Elaboración propia.
Los
resultados revelan que las estudiantes mujeres presentan niveles ligeramente
superiores de motivación intrínseca (media = 4.3) y rendimiento académico
(media = 3.9) en comparación con los hombres (media = 4.1 y 3.7,
respectivamente). Estas diferencias son estadísticamente significativas (p <
0.05) y sugieren que el género puede influir en el desarrollo de la motivación
intrínseca y, por ende, en el desempeño académico, lo cual debe considerarse en
el diseño de estrategias educativas personalizadas.
Tabla
3:
Análisis
por área de estudio
Área de Estudio |
Media de motivación intrínseca |
Media de rendimiento académico |
Significancia (p) |
Ciencias |
4.5 |
4.0 |
< 0.01 |
Humanidades |
4.3 |
3.8 |
< 0.01 |
Ciencias Sociales |
4.1 |
3.6 |
< 0.01 |
Fuente: Elaboración propia.
La
motivación intrínseca y el rendimiento académico son más altos entre los
estudiantes de ciencias (media = 4.5 y 4.0, respectivamente) en comparación con
los de humanidades y ciencias sociales. Esto podría explicarse por diferencias
en los enfoques pedagógicos, la relevancia percibida de los contenidos o la
naturaleza de las disciplinas. Los resultados indican la necesidad de ajustar
las estrategias educativas según el área de estudio para maximizar la
motivación y el rendimiento.
La relación
positiva y significativa entre la motivación intrínseca y el rendimiento
académico observada en este estudio confirma la teoría de que un mayor interés
genuino por aprender se traduce en un mejor desempeño en el ámbito académico.
Este hallazgo coincide con estudios previos que sugieren que la motivación
intrínseca es un factor crucial para la consecución de metas educativas, ya que
los estudiantes motivados intrínsecamente tienden a involucrarse más en las
tareas académicas, dedicando tiempo y esfuerzo para alcanzar el éxito. A su
vez, estos estudiantes suelen tener un aprendizaje más profundo y duradero, lo
que se refleja en su rendimiento en exámenes y actividades académicas. De
acuerdo con lo observado, la motivación intrínseca actúa como un motor que
fomenta el esfuerzo y la persistencia, elementos esenciales para el éxito
académico.
En cuanto a
las diferencias por género, los resultados muestran que las estudiantes mujeres
presentan una mayor motivación intrínseca y un mejor rendimiento académico en
comparación con los hombres. Esto respalda la literatura existente que indica
que las mujeres, en general, tienden a ser más motivadas intrínsecamente y a
demostrar un mayor nivel de compromiso con su aprendizaje. Sin embargo, es
importante destacar que, aunque las diferencias son significativas, no son
abismales, lo que sugiere que la motivación intrínseca también está presente en
los hombres, pero que podrían influir otros factores, como las expectativas
sociales, los roles de género y el tipo de apoyo que reciben. Este hallazgo
apunta a la necesidad de explorar con mayor profundidad cómo estos factores
impactan las motivaciones y estrategias de aprendizaje en diferentes géneros.
En relación
con el área de estudio, los estudiantes de ciencias mostraron niveles más altos
de motivación intrínseca y rendimiento académico en comparación con aquellos
que cursan carreras en humanidades o ciencias sociales. Este resultado podría
explicarse por la naturaleza percibida de las ciencias, que a menudo están
asociadas con un enfoque más práctico y resultados concretos. Las disciplinas
científicas también pueden ofrecer mayores oportunidades para la autoeficacia,
lo que refuerza la motivación intrínseca, ya que los estudiantes sienten que
pueden influir directamente en su éxito. Por otro lado, las áreas de
humanidades y ciencias sociales, aunque igualmente valiosas, a veces enfrentan
desafíos relacionados con la percepción de relevancia personal y la
aplicabilidad inmediata de los contenidos, lo que podría generar menor
motivación intrínseca. Este hallazgo destaca la importancia de contextualizar
las estrategias pedagógicas de acuerdo con las características de cada área de
estudio.
Finalmente,
los resultados sugieren que la motivación intrínseca no es un factor aislado,
sino que está fuertemente influenciada por una serie de variables contextuales,
como el apoyo social, el ambiente académico y la percepción de relevancia
personal de los contenidos. Los resultados obtenidos son coherentes con la
teoría de la autodeterminación, que sostiene que la satisfacción de las
necesidades básicas de autonomía, competencia y relación son esenciales para el
desarrollo de la motivación intrínseca. De esta manera, para fomentar un mayor
rendimiento académico, es crucial crear un entorno académico que promueva estas
necesidades, brindando apoyo a los estudiantes y proporcionando contenidos que
sean percibidos como relevantes y valiosos para su desarrollo personal y
profesional.
Los
resultados obtenidos en este estudio refuerzan la idea de que la motivación
intrínseca desempeña un papel fundamental en el rendimiento académico de los
estudiantes universitarios. La relación positiva y significativa entre ambos
factores muestra que los estudiantes que sienten un interés genuino por
aprender tienden a tener un desempeño académico superior. Este hallazgo subraya
la importancia de promover entornos educativos que fomenten la motivación
intrínseca, ya que, cuando los estudiantes están motivados por factores
internos como el interés y la autodeterminación, están más comprometidos con su
aprendizaje y más dispuestos a enfrentar los desafíos académicos. A su vez,
este compromiso puede llevar a un aprendizaje más profundo y duradero, favoreciendo
el éxito académico.
Asimismo,
se ha observado que la motivación intrínseca varía según factores demográficos
como el género, el área de estudio y otros aspectos socioeconómicos, lo que
implica que no todos los estudiantes se ven igualmente afectados por esta
motivación. Las diferencias entre géneros, por ejemplo, muestran que las
mujeres tienden a tener niveles más altos de motivación intrínseca, lo que
podría estar relacionado con la forma en que se perciben y se valoran las
habilidades académicas en diferentes contextos culturales y sociales. Este
hallazgo invita a reflexionar sobre la necesidad de personalizar las
estrategias educativas, considerando las particularidades de cada grupo de
estudiantes para maximizar su motivación y rendimiento.
El área de
estudio también juega un papel importante en la motivación intrínseca, ya que
los estudiantes de disciplinas científicas presentaron una mayor motivación y
rendimiento académico en comparación con los estudiantes de áreas como las
humanidades. Esto sugiere que, mientras que algunas disciplinas pueden ofrecer
una mayor sensación de autoeficacia y aplicabilidad inmediata, otras pueden
requerir estrategias más específicas para aumentar su relevancia y fomentar la
motivación intrínseca. Es esencial que los educadores reconozcan estas
diferencias y ajusten sus métodos pedagógicos para alinearse mejor con las
características y necesidades de cada área de estudio.
En tal
sentido, este estudio destaca la importancia de factores contextuales como el
ambiente académico, el apoyo social y la percepción de relevancia personal en
el fomento de la motivación intrínseca. Las estrategias educativas deben
considerar estos elementos, ya que un entorno que favorezca la autonomía,
competencia y relación de los estudiantes contribuye significativamente a su
motivación y, por ende, a su rendimiento académico. Los resultados sugieren que para lograr un impacto duradero en el rendimiento de los
estudiantes, es necesario adoptar un enfoque integral que abarque no solo el
contenido académico, sino también las condiciones sociales y emocionales que
afectan el proceso de aprendizaje.
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